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El grito En la cornisa

(Fragmento de la reseña escrita por el poeta Israel Chira)

En diálogo con la tradición narrativa hispanoamericana, El grito En la cornisa asimila las técnicas, el lenguaje y el espíritu vanguardista de Borges, o la oralidad de “El hombre de la esquina rosada” en “Las nueve muertes de Kukín” (pp. 43-50); o la audacia metadiscursiva del Cortázar de “Continuidad de los parques” en “A media luz” (pp. 51-57); o —de modo más bien solvente y personalísimo— de Igor Yupanqui mismo, en uno de los cuentos más conmovedores de ésta su primera entrega: “Harry”, donde se pone a prueba la consistencia de un artista en formación, el carácter de un escritor que acaso llegue a ser el destino de su propia obra literaria.

 

La obra de Igor Yupanqui no es literatura light o de consumo, como la música pop o el fast food, rica, entretenida y de fácil digestión, pero que en realidad de ella poco o nada nutre. En un mundo atravesado por la crisis de todos los relatos de la modernidad, fustigado por las pestes inexorables e inauditas como el sida, y estremecido por la violencia en punto de barbarie, un libro de relatos conciso y depurado como éste, artísticamente concebido para expresar de manera original y auténtica la crisis de sentido del mundo actual, resulta “nutritivo”, eficaz y  contundente, y significa ostensiblemente un síntoma del malestar no tanto en la cultura (Freud, 1930) como en la barbarie (Mires, 1998) a la que se abisma, quizás al borde de una cornisa, nuestra declinante humanidad.

 

(Si desea recibir la reseña completa escriba un correo a igorpoma@yahoo.es)

  
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