

Diseñador Gráfico - Escritor - Poeta



Igor Yupanqui

Galería

Día de la Madre. Mi perpetua gratitud a Karen Asalde que me hizo creer que podía imitar a Marco Antonio Solís. Ella decoró el carro en el que ingresé. Espero que les haya gustado a mis estudiantes, especialmente a sus mamás y a mis colegas que lo son.

Caminando por una calle de la inconstrastable ciudad de Huancayo un día antes de que mi querido amigo Luis Carlos Dionisio me invitara una insuperable pachamanca en San Jerónimo.

La Maga (simplemente enmudecido).

Fiesta de Promoción de Argentina. Aquella noche mi hija menor dio un discurso cuyas últimas líneas rezan así: "Termino robándole unas líneas a ese gran escritor lusitano, José Saramago, diciendo, a mi manera, que me perdonen por esto que puede parecerles poco, pero que para mí lo es todo."

Bailando con Zoila el día de mi boda. Ha pasado tanto tiempo, amada hermana, ¿cuándo volveremos a bailar?

Astrid, mi hija mayor, durante una sesión de fotos (días previos a su fiesta de quince años). Aquella tarde unos niñitos se acercaron a preguntarle tímidamente: "¿tú eres la princesa del cuento?"

Con mi sobrina Sharon y Jesús. Mucho tiempo atrás, Sharon me concebía un ogro. Ahora es diferente (eso creo).

Papá cumpliá 70 años. Fuimos al centro de Lima a almorzar con toda la familia. Mi dilecto tío Marco nos acompañó, como de costumbre, en "la previa". Él siempre está dispuesto, él siempre nos abruma de cariño, él siempre estará en nuestra memoria.

Astrid, Argentina y Álvaro hicieron un fantástico panel que no aparece en esta foto. Es mejor así.

Con mi gran amigo el Rob, el taumaturgo, la viejita, o simplemente Onán. Fue este verano en la casa de playa de Israel y Susan. Ah, lo que tiene en la mano el Rob no es una cerveza, es una lata llena de manzanilla Leonard.

La noche del estreno de "Miyuki y los tres demonios", obra dirigida magistralmente por Roberto Sánchez Piérola. Al centro, Israel y Susan. Después del evento fuimos al departamento del Rob a celebrar. Terminamos cantando canciones de Raphael (Asu, como diría Argentina).

Con Lupe durante el festival "Tusuy Raimy" en el Colegio La Inmaculada Concepción. De ella escribí alguna vez: "Si hay un color que darle a la voz de Lupe, ese color debe ser el violeta, pero un violeta iridiscente que se adelgaza para crear glissandos, porque la voz de Lupe, ciertamente, tiene la tesitura de una soprano de coloratura. Cada vez que pienso en ella, imagino un lirio cárdeno."

Mi querido tío Almazor ofreció un almuerzo para celebrar un aniversario más del matrimonio entre mamá Sara y papá José (mis abuelos). Él ha sido un gran futbolista y es, aunque ya no lo practique, un extraordinario jugador de billar. Salud por eso.

Soltando un poco de polvo inter estelar. Fue en la presentación de la reedición hecha por Latin Heritage Foundation del poemario de Israel Chira "Pequeña suite para imágenes terminales".

En casa de Alberto Vivanco (el cachorro) quien es la prueba fehaciente de un milagro. Sostiene la guitarra Manuel Delgado, un verdadero amigo, un verdadero franciscano.